La araña de visita me visita mientras contengo un tango de los que tienen mis veredas . Podría danzar cada nota si un abrazo me amparara.
Me estalla la palabra cuando me aquieto.
La danza furiosa de mis pulsiones sale por los dedos y la cabeza se rompe sin apiadarse de nada.
Yo me dejo atravesar por arcoiris, hombres, pastos, grillos, ángeles, músicas.
Todo puede atravesarme cuando elijo estar.
Y en esta ciudad sucia, violenta, blablabla,(click)
escucho un concierto sentada sobre el césped con gente de traje, en bermudas o en malla. Nadie es observado.Nos miramos porque tenemos ojos por todos lados, nada más.
Y en esta ciudad sucia, violenta, blablabla, las minas que queremos estar solas o que caímos así, podemos despatarrarnos en un bar a hacer lo que se nos cante (incluso cantar).
Y podría comprar cremas, perfumes, juguetes, hasta saciar mis frívolas ansias de consumo, aunque sea domingo a la tarde. O escuchar otro concierto a pocas cuadras. O ver parejas besarse hasta la aorta sin más ni más.