miércoles, 25 de marzo de 2009

la malculeada concepción


La amante

Los hombres, en general, no cuidan de sus esposas. Los hombres sólo saben cuidar de sus esposas ante la presencia de la amante. Los hombres no saben cuidar de sus amantes. A las amantes no les hace falta. Las amantes son mujeres soberbias, independientes y casi malignas. Pero saben cuidarse o, por lo menos, saben que el hombre no es apto para cuidar de ellas. Sólo necesitan un pequeño guiño ante la presencia de la sagrada esposa (que puede ser una mujer que en ese momento y ante su esposo no es una amante) para cuidarse ella sola. La situación de la amante en ese punto es de alto riesgo porque el hombre no sabe guiñar y a veces, ante su propia ineptitud, puede pretender que la amante cuide de él y de su esposa.

La amante no sabe si sabe hacer tal porque no debe ni planteárselo.
La amante sólo debe hacer lo que tan bien sabe que sabe.


La amante debe irse.



4 comentarios:

Marina Judith Landau dijo...

Gracias por el post. Esto es un servicio. Es un acto de solidaridad femenina, un manifiesto que debe ser leído por todas las adolescentes, para que aprendan.
Coleccionaré tus textos, para el manual de vida. Que si me lo hubiesen dado a tiempo, menos errores habría cometido. Supongo. jeje. No estoy muy lúcida, mareada por las gotas del oculista, con una óptica diferente ante la vida...
Besitosssss

Anónimo dijo...

pero, por favor!
estoy esperando la novela!
dónde estabas, maestra, cuando
las mujeres comezábamos a creer entender?

Nat.- dijo...

Amiga, que puedo decir q no te haya dicho antes...
sublime..
y si.. la amante y el amante deben irse...
:)

Anónimo dijo...

Excelente Texto, creo que deberían leerlo todas amantes y esposas, y esposas que tambien las juegan de amantes.Un saludo desde mi ciudad marina

Silvia Loustau


www.silvialoustau.blogspot.co